La sonata de la antigua casa, que ignora las generaciones minúsculas, es de una lentitud que rebasa la memoria de sus sucesivos habitantes. El piso gime. Las persianas golpean. Cada escalera tiene su llave. La puerta del armario cruje y el resorte de los viejos divanes de cuero responde.
Todas las maderas de la casa, cuando el verano las reseca, ensamblan un instrumento musical a la vez regular y desordenado, que interpreta una composición de perdición, trabajada por una destrucción tanto más amenazante cuanto que es efectiva, incluso si su lentitud no la convierte nunca en algo íntegramente perceptible para los oídos de sus habitantes humanos. [...]Extret de "El odio a la música" de Pascal Quignard. Traducció de Margarita Martínez. Editorial El cuenco de plata (Buenos Aires, 2012).
Llibre que em va arribar de les mans de Juan Barrero, durant la mescla de la seva pel·lícula, "La jungla interior". Gràcies!
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