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dilluns, 5 d’octubre del 2009

Dinosaures i mescladors

javier rebollo
Javier Rebollo fa cinema. Mentre mesclava a París La mujer sin piano va tenir temps d'escriure un article per a la revista Producción Profesional (N 28) sobre el so de les seves pel·lícules i de com va canviant tot. Noves tècniques, noves màquines, nous processos, i també, nous oficis. Té tota la raó: els mescladors serem aviat dinosaures (potser ja comencem a ser-ho). Els muntadors de so, són ara, la peça clau i absoluta del so del films. Adjunto un extracte:
El tiempo de los dinosaurios

[...] En estos momentos, me encuentro mezclando la película en París. Ahora mismo, mientras escribo, escucho a Patrick Ghislain, el mezclador, colocando en el espacio, en su ámbito, los ruidos y los diálogos que he montado con Pelayo Gutiérrez y Álex F. Capilla en el último mes.

Hace no mucho tiempo, este proceso de mezcla era fundamental; hoy lo sigue siendo, pero sus protagonistas, los mezcladores, han visto cómo perdían importancia y ahora, como viejos dinosaurios sabios y poderosos, son especies en extinción que ven su cómo su época se acaba. Solo algunos se adaptarán, los demás desaparecerán, a la vez que desaparece una forma de hacer cine.

Hace unos años, cuando no existía el montaje de sonido como hoy casi todos lo concebimos, esta tarea recaía en el montador de imagen, que no tenía casi pistas; por eso los técnicos de sonido directo (que eran como los montañeros en los años veinte, escalando los cinco miles sin tecnología, pero con audacia y talento) mezclaban directamente en rodaje; utilizaban varios micrófonos en las pocas pistas de las que disponían, y lograban así multiplicarlas. Todavía siguen trabajando así algunos de los grandes, como Pierre Gamet o Henry Morelle. Luego, en la moviola, el montador montaba el sonido (hasta hace poco, hasta Almodóvar trabajaba de esta manera).

Hoy, gracias a eso que llaman "revolución tecnológica" (yo creo que una revolución no significa nada si no viene acompañada de la maduración de modelos nuevos) nos permite grabar en el rodaje con un número de pistas ilimitado y, luego, tras el montaje de sonido, podemos llegar a la mezcla mejor armados y ordenados; [...]

Éste es el momento en que más disfruto, la fase en la que la película ya solo puede mejorar (a veces ocurre que mejora demasiado y entonces empeora, porque te encuentras con un montaje demasiado limpio y retórico). Esta es la fase que explica mi forma de rodar, porque siempre es el sonido el que me lleva a colocar la cámara; cuando voy a mostrar algo (yo muestro más que narro) me digo; ¿qué se oye? Hoy, frente a los antiguos mezcladores y montadores de imagen, pienso que el montador de sonido es el verdadero jefe de la postproducción; alrededor de su trabajo, justo en medio del montaje de imagen y de la mezcla, se articula el final de la película y él la acompaña hasta el final, como ayer hacía (y aún debería hacerlo) el montador de imagen.[...]
Gràcies, Javier, per reflexionar i escriure sobre la teva (i nostra) feina!

1 comentari:

Alex ha dit...

Un tema complicado Ricard. La verdad es que no existe un proceso estandarizado para hacer un seguimiento de una pospo de sonido en España. Con los años me he ido encontrando con diferentes "metodos" a seguir que ha tomado el director y el montador de sonido.
Ademas, ya sabemos todos que la llegada del cine digital va a suponer una revolución en cuanto a la pospo de sonido (la eliminación de hacer el master de Dolby va a generar que todo el mundo pueda mezclar "cine" en cualquier lugar)y va a abrir un abanico de posibilidades para el que hay que estar preparado.
Desde mi punto de vista, los americanos, como siempre, suelen tener el proceso muy esquematizado, y la figura del mezclador sigue teniendo importancia dentro del proceso.
Cierto es que la decisión final de cualquier elemento sonoro debe ser responsabilidad del montador/diseñador,(realmente son lo mismo ?? en algunos casos llego a dudarlo)pero no puedo entenderlo de otra manera despues de ver los metodos de trabajo de Ben Burt o Randy Tom.

Salut