Para asegurarse de que la piedra era de la medida justa y no tenía fallos, iban a hacer la prueba acústica, y al primer golpe, cuando brotó del bloque un sonido agudo, cuyas oscilaciones vibratorias sentí dentro de mi cuerpo, no pude evitar acordarme sin querer de aquel día ya remoto en el que mi padre, para sorpresa mía, me alargó el mazo y me invitó a comprobar por mí mismo la pureza de la piedra: Pega, chaval, y escucha el sonido, y así sabrás cómo es la piedra por dentro; el sonido hace transparente a la piedra. Quién sabe por qué demonios se le ocurrió darme el mazo, a lo mejor es que todavía tenía planes para mí, no me importa admitirlo; bueno, el caso es que pegué un mazazo. Jamás habría creído que fuera posible sacar de aquel colosal mazacote muerto un sonido tan puro, que vibró largamente, y que al final penetró en mí con tanta finura y agudeza, que lo sentí como un dolor reconfortante, de verdad. Me refiero a que sentí físicamente las ondas del sonido y al mismo tiempo me pareció ver una luz irisada. Si la piedra hubiera tenido dentro oquedades o depósitos de arcilla o de arena, no habría soltado un sonido tan vibrante, sólo se habría oído algo así como cuando una maceta se estrella contra el suelo.Extret de La prueba acústica, de Siegfried Lenz. Tusquets Editores. Colección Andanzas. Trad. de Joan Parra. Barcelona, 1993.
Aquí també en parlen, ja amb sistemes informatitzats. Els nous procediments també impliquen l'ús d'ultrasons.
1 comentari:
Tot i que aquest post ja té temps, només afegir que hi ha un col·lectiu que també fa contínuament proves acústiques a la roca: els escaladors.
Sobretot en zones on la roca no és gaire bona, se'ls pot veure picant amb la mà i escoltant el so de la pedra, que els dóna pistes si la roca és de fiar o trencadissa. Això es fa abans d'agafar-s'hi amb la mà o el peu, o de ficar un "friend" (una mena de ganxo expansiu) però també qualsevol altre tipus de fixació.
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